PAPA
FRANCISCO A LOS ENSEÑANTES
CATÓLICOS ITALIANOS
CATÓLICOS ITALIANOS
(Discurso dirigido a la
UCIIM – Aula Paulo VI, 14 de marzo 2015
Estimados colegas y compañeros de
trabajo,
déjame llamarte de que, puesto que he sido maestra como
tú y yo un buen recuerdo de los días pasados en el aula con los estudiantes.
...
La enseñanza es un trabajo hermoso. Lástima que los
profesores están mal pagados. Debido a que no es sólo el tiempo que pasan
haciendo escuela, entonces ellos deben prepararse, entonces tienen que pensar en
cada uno de los estudiantes: cómo ayudar a seguir adelante. Es cierto? Es
verdad, es una injusticia. Yo pienso en mi país, que es lo que conozco: pobres,
para tener un salario que es más o menos útil, deben trabajar en dos turnos!
¿Pero un profesor cómo termina después de dos turnos de trabajo? Es un trabajo
mal pago, pero hermoso, porque se puede ver crecer día tras día las personas que
nos son confiados a nuestro cuidado. Es un poco de cómo ser padres, al menos
espiritualmente. ¡También una gran responsabilidad!
La enseñanza es un compromiso serio que sólo una
personalidad madura y equilibrada puede tomar. Este compromiso puede ser
intimidante, pero recuerden que nunca un maestro está solo: siempre comparte su
trabajo con otros colegas y con toda la comunidad educativa a la que pertenece.
........
Como Jesús nos enseñó, toda la
Ley y los Profetas se resumen en dos
mandamientos: Amarás al Señor tu Dios y amar al prójimo (cf. Mt 22,34-40).
Podemos preguntarnos: ¿quién es el prójimo paras un maestro? ¡El prójimo son sus
alumnos! Es con ellos que pasa sus días. Son ellos los que esperan orientación
de él, una dirección, una respuesta y, antes de eso, buenas
preguntas!
No se puede perder una de las tareas ..... para iluminar y motivar una
idea justa de la escuela, a veces eclipsado por las discusiones y posiciones
reduccionistas. La escuela ha hecho ciertamente una educación válida y
calificada, sino que también de las relaciones humanas, que para nosotros son
los informes de bienvenida, de benevolencia, que serán dados a todos
indistintamente. De hecho, el deber de un buen maestro - más aun para un
maestro cristiano - es amar con mayor intensidad a sus estudiantes más
difíciles, más débiles, más desfavorecidos. Jesús diría: si quieres sólo a los
que estudian, que están bien educados, ¿qué mérito tienes? Y hay algunos que
están perdiendo la paciencia, pero a esos hay que quererlos más! Cualquier maestro se encuentra bien con estos
estudiantes. Les pido que quieran, que
amen más a los estudiantes "difíciles", aquellos que no quieren estudiar,
aquellos que se encuentran en condiciones difíciles, los discapacitados, los
extranjeros, que ahora son un gran desafío para la
escuela.
Si asociación profesional de hoy en día de los maestros
cristianos quieren dar testimonio de su inspiración, está llamado a participar
en los suburbios de la escuela, que no puede ser puesto en libertad a la
exclusión, la ignorancia, la delincuencia.
Si hoy una Asociación
profesional de educadores católicos quiere testimoniar propia inspiración, está
llamada a empeñarse, a luchar por encontrar puntos de referencia, es necesario
que no abandone a los jóvenes a una marginación, a la ignorancia, a la mala
vida. En una sociedad que lucha por encontrar puntos de referencia, es necesario
que los jóvenes encuentren en la escuela una referente positiva. Esa puede ser
una llegada al ser interior si son maestros capaces de dar un sentido a la
escuela, al estudio y la cultura, sin reducir todo a la sola transmisión de
conocimientos técnicos, pero apuntando al objetivo de construir una relación
educativa con cada estudiante, que debe sentirse acogido y amado por lo que es,
con todas sus limitaciones y su potencialidad. En este sentido, su tarea es más
necesaria que nunca. Y tiene que enseñar no sólo el contenido de una materia,
sino también los valores de la vida y los hábitos de vida. Las tres cosas que usted debe transmitir.
Para conocer el contenido es suficiente
una computadora, pero para entender cómo amar, para entender cuáles son los
valores y hábitos que son los que crean la armonía en la sociedad se necesita un
buen maestro.
La comunidad cristiana tiene
muchos ejemplos de grandes educadores que se han dedicado a abordar las
deficiencias de la educación o a fundar escuelas. Pensamos, entre otros, a San
Juan Bosco, que este año se celebra el bicentenario del nacimiento. Y él
aconsejó a sus sacerdotes: educar con amor. La primera actitud de un educador es el amor.
Es en estas figuras que se pueden ver
ustedes también, maestros cristianos, para animar desde el interior de una
escuela, independientemente de su gestión estatal o no estatal, necesita de
educadores creíbles y de testimonios de una humanidad madura y completa.
Testimonio. Y esto no se compra, no se vende: se ofrece.
Como Asociación son, por naturaleza, abierta al futuro,
porque siempre hay nuevas generaciones de jóvenes que transmiten la riqueza de
conocimientos y valores. A nivel profesional es importante actualizar las
propias competencias didácticas, especialmente a la luz de las nuevas
tecnologías, pero la enseñanza no es sólo un trabajo: la enseñanza es una
relación en la que cada maestro debe sentirse plenamente involucrados como
persona, para dar sentido a la tarea de la educación de sus alumnos. Su
presencia hoy aquí es una prueba de que usted tiene la motivación que la escuela
necesita.
Los animo a renovar su pasión por el hombre - ¿no se
puede enseñar sin pasión! - en su proceso de formación, y a ser testigos de la
vida y la esperanza. Nunca, nunca más cerrar una puerta, dejar abierto todo,
porque los estudiantes tienen la esperanza.
También les pido que, por favor, oren por mí, y yo invito a todos a rezar
a la Virgen,
pidiendo la bendición.
trad. Hector Rigaldo
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