domenica 15 marzo 2015

La enseñanza es un trabajo hermoso

PAPA FRANCISCO A LOS ENSEÑANTES 
CATÓLICOS ITALIANOS
(Discurso dirigido a la UCIIM – Aula Paulo VI, 14 de marzo 2015

Estimados colegas y compañeros de trabajo,
déjame llamarte de que, puesto que he sido maestra como tú y yo un buen recuerdo de los días pasados ​​en el aula con los estudiantes. ...
La enseñanza es un trabajo hermoso. Lástima que los profesores están mal pagados. Debido a que no es sólo el tiempo que pasan haciendo escuela, entonces ellos deben prepararse, entonces tienen que pensar en cada uno de los estudiantes: cómo ayudar a seguir adelante. Es cierto? Es verdad, es una injusticia. Yo pienso en mi país, que es lo que conozco: pobres, para tener un salario que es más o menos útil, deben trabajar en dos turnos! ¿Pero un profesor cómo termina después de dos turnos de trabajo? Es un trabajo mal pago, pero hermoso, porque se puede ver crecer día tras día las personas que nos son confiados a nuestro cuidado. Es un poco de cómo ser padres, al menos espiritualmente. ¡También una gran responsabilidad!
La enseñanza es un compromiso serio que sólo una personalidad madura y equilibrada puede tomar. Este compromiso puede ser intimidante, pero recuerden que nunca un maestro está solo: siempre comparte su trabajo con otros colegas y con toda la comunidad educativa a la que pertenece. ........
Como Jesús nos enseñó, toda la Ley y los Profetas se resumen en dos mandamientos: Amarás al Señor tu Dios y amar al prójimo (cf. Mt 22,34-40). Podemos preguntarnos: ¿quién es el prójimo paras un maestro? ¡El prójimo son sus alumnos! Es con ellos que pasa sus días. Son ellos los que esperan orientación de él, una dirección, una respuesta  y, antes de eso, buenas preguntas!
No se puede perder una de las tareas ..... para iluminar y motivar una idea justa de la escuela, a veces eclipsado por las discusiones y posiciones reduccionistas. La escuela ha hecho ciertamente una educación válida y calificada, sino que también de las relaciones humanas, que para nosotros son los informes de bienvenida, de benevolencia, que serán dados a todos indistintamente. De hecho, el deber de un buen maestro -  más aun para un maestro cristiano - es amar con mayor intensidad a sus estudiantes más difíciles, más débiles, más desfavorecidos. Jesús diría: si quieres sólo a los que estudian, que están bien educados, ¿qué mérito tienes? Y hay algunos que están perdiendo la paciencia, pero a esos hay que quererlos más! Cualquier maestro se encuentra bien con estos estudiantes. Les pido que quieran, que amen más a los estudiantes "difíciles", aquellos que no quieren estudiar, aquellos que se encuentran en condiciones difíciles, los discapacitados, los extranjeros, que ahora son un gran desafío para la escuela.
Si asociación profesional de hoy en día de los maestros cristianos quieren dar testimonio de su inspiración, está llamado a participar en los suburbios de la escuela, que no puede ser puesto en libertad a la exclusión, la ignorancia, la delincuencia.
Si hoy una Asociación profesional de educadores católicos quiere testimoniar propia inspiración, está llamada a empeñarse, a luchar por encontrar puntos de referencia, es necesario que no abandone a los jóvenes a una marginación, a la ignorancia, a la mala vida. En una sociedad que lucha por encontrar puntos de referencia, es necesario que los jóvenes encuentren en la escuela una referente positiva. Esa puede ser una  llegada al ser interior si son maestros capaces de dar un sentido a la escuela, al estudio y la cultura, sin reducir todo a la sola transmisión de conocimientos técnicos, pero apuntando al objetivo de construir una relación educativa con cada estudiante, que debe sentirse acogido y amado por lo que es, con todas sus limitaciones y su potencialidad. En este sentido, su tarea es más necesaria que nunca. Y tiene que enseñar no sólo el contenido de una materia, sino también los valores de la vida y los hábitos de vida. Las tres cosas que usted debe transmitir. Para conocer el contenido es suficiente una computadora, pero para entender cómo amar, para entender cuáles son los valores y hábitos que son los que crean la armonía en la sociedad se necesita un buen maestro.
La comunidad cristiana tiene muchos ejemplos de grandes educadores que se han dedicado a abordar las deficiencias de la educación o a fundar escuelas. Pensamos, entre otros, a San Juan Bosco, que este año se celebra el bicentenario del nacimiento. Y él aconsejó a sus sacerdotes: educar con amor. La primera actitud de un educador es el amor. Es en estas figuras que se pueden ver ustedes también, maestros cristianos, para animar desde el interior de una escuela, independientemente de su gestión estatal o no estatal, necesita de educadores creíbles y de testimonios de una humanidad madura y completa. Testimonio. Y esto no se compra, no se vende: se ofrece.
Como Asociación son, por naturaleza, abierta al futuro, porque siempre hay nuevas generaciones de jóvenes que transmiten la riqueza de conocimientos y valores. A nivel profesional es importante actualizar las propias competencias didácticas, especialmente a la luz de las nuevas tecnologías, pero la enseñanza no es sólo un trabajo: la enseñanza es una relación en la que cada maestro debe sentirse plenamente involucrados como persona, para dar sentido a la tarea de la educación de sus alumnos. Su presencia hoy aquí es una prueba de que usted tiene la motivación que la escuela necesita.
Los animo a renovar su pasión por el hombre - ¿no se puede enseñar sin pasión! - en su proceso de formación, y a ser testigos de la vida y la esperanza. Nunca, nunca más cerrar una puerta, dejar abierto todo, porque los estudiantes tienen la esperanza.
También les pido que, por favor, oren por mí, y yo invito a todos a rezar a la Virgen, pidiendo la bendición.

trad. Hector Rigaldo

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