LA MASACRE EN EL MEDITERRÁNEO
NO PODEMOS PRETENDER PARA NADA
Una vez más, casi todas las semanas, la gran cementerio del mar Mediterráneo acoge a cientos de víctimas del gran éxodo de África y de Oriente Medio.
Las
mujeres, los hombres, los niños huyen
de la guerra, el hambre, la violencia inenarrable.
Se cargan, como tímido
y bestias en barcos desvencijados para librar una aventura terrible y en ocasiones mortal.
Ellos
han dejado familia, amigos, su tierra en busca de una
vida más humana y un futuro mejor.
Saliendo desde las "periferias del mundo" para venir a nosotros.
Saliendo desde las "periferias del mundo" para venir a nosotros.
Tienen confianza en nosotros, pero sus esperanzas están a menudo tragadas por las olas del mar con hambre. Buscando calidez, pero son asesinados por el frío de la noche,
¡No podemos permanecer de brazos cruzados! ¡Estamos llamados a la responsabilidad y la fraternidad!
Europa (y todas las naciones europeas) deben asumir la responsabilidad y la conciencia de encontrar, tan pronto como las posibles respuestas, adecuadas a las lágrimas desesperadas y gritos de ayuda que ellos llaman todos los días, todas las noches.
No podemos vivir en la ilusión de ser capaz de detener las grandes migraciones. El mundo está cambiando y tenemos que hacer todo lo posible, con la ayuda de Dios, para que el mundo cambie también.
No podemos
cerrar ojos y oídos, no podemos endurecer
nuestros corazones y paralizar
nuestras manos.
Demos gracias a los que puede estar muy concurrido, con generosidad y responsabilidad de ayudar a nuestros hermanos.
12 de febrero 2015
El Comité Ejecutivo UMEC - WUCT
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