SABER CONOCER EL RIESGO
PARA ACEPTAR EL RETO EDUCATIVO
El Congreso Mundial de la educación católica
Giovanni Perrone
Varios miles de maestros y directores de escuelas y
universidades católicas de todo el mundo participaron en el Congreso organizado
por la Congregación
para la Educación
Católica de la
Santa Sede.
La prestigiosa iniciativa, preparado desde hace mucho
tiempo, con un esfuerzo considerable, sobre todo gracias al dinamismo de
monseñor Vincenzo Zani y la coordinación científica del profesor Italo Fiorin,
era una manera muy apropiada para celebrar el 50 aniversario de la Declaración Gravissimum Educationis aprobado por el Concilio Vaticano II y el
25 aniversario de la Ex Corde Ecclesiae,
la
Constitución Apostólica sobre la identidad y la misión de la
universidad católica, promulgada por Juan Pablo II. El año pasado, la Congregación ha
preparado un documento de trabajo para ayudar a todos: iglesia, escuelas y
universidades católicas y maestros católicos para discutir los problemas
educativos emergentes para sugerir pistas y medidas operativas para mejorar la
calidad de la educación y relanzar el compromiso de la Iglesia para responder
adecuadamente a la emergencia educativa. Hubo muchas iniciativas en diferentes
partes del mundo, numerosos documentos preparados y miles y variadas respuestas
al cuestionario adjunto al Instrumentum
Laboris, respuestas y documentos que han sido
procesados y resumidos por una comisión de expertos internacionales y
presentados en el curso del congreso.
La tarea en el Congreso, muy intensa, ha desarrollado relaciones
y ha presentado experiencias de numerosos expertos de varias naciones. Esto
permitió a la multitud de participantes (obispos, líderes, maestros,
trabajadores pastorales escolares, líderes juveniles) hablar unos con otros y
para hacer frente a las más diversas situaciones: a partir de las instituciones
académicas de prestigio a las escuelas pequeñas en la misión, los de zonas de
alto riesgo, y en complejos socio-educativos, corriendo ambos, los serios
peligros asociados a situaciones de guerra o el fundamentalismo religioso.
Frente a los variados y complejos retos se ha puesto de
relieve la necesidad de que cada institución universitaria y la escuela sabe
ser una comunidad educativa y la importancia de la labor realizada por las
instituciones y profesores católicos a fin de promover "en las personas y
la cultura valores antropológicos y las normas éticas que se requieren para
construir una sociedad solidaria y fraterna".
Un largo y animado encuentro con el Santo Padre, que
respondió a numerosas preguntas de los asistentes, fue la culminación del Congreso.
Francisco, reconociendo la labor insustituible y extenuante realizado por los
profesores, los invitó a promover una escuela inclusiva, no selectiva, dando a
cada uno de los estudiantes, especialmente los marginados, la oportunidad de
ser un éxito total; a tomar riesgos con el fin de renovar y añadir variedad a
la labor educativa, por lo que es adecuado para la solución de los problemas
educativos; regenerar ir a los suburbios donde hay tanta marginación
existencial; cultivar una pasión por la educación que lleva a humanizar la
gente y, reponer el pacto educativo -entre la escuela, la familia, las
instituciones y la sociedad- necesario para una educación integral de la
persona.
"Os animo
-nos dijo- a aceptar el reto de ir a los suburbios para criar a los niños en la
humanidad, en la inteligencia, en los valores, en los hábitos, para que puedan
seguir adelante y llevar a otras experiencias que no saben." Y otra vez:
"Educar a un cristiano es avanzar en los jóvenes y los niños en los
valores humanos en toda la realidad. Una de estas realidades es la trascendencia.
Para mí, la mayor crisis de la educación, en la perspectiva cristiana, es el
cierre a lo trascendente". Por último, una llamada a repensar las obras de
misericordia en la educación en este año del Jubileo.
El Consejo de la Unión Mundial de Educadores Católicos (UMEC-WUCT),
ha estado representado por el nuevo asistente eclesiástico, el obispo de
Estrasburgo, Mons. Vicente Dollmann, quien participó en el congreso e hizo un resumen,
durante la reunión anual que se celebra en la sede de la AIMC (Asociación Italiana de
Maestros Católicos), en los días siguientes al Congreso.
"Ahora, -dijo Monseñor Zani, durante el cierre del
Congreso-, se deben hacer esfuerzos para continuar las discusiones y así aprovechar
todas las acciones y palabras del Santo Padre".
El sitio de la Congregación , www.educatio.va,
aporta toda la documentación valiosa y estímulo para el debate y las
operaciones.
Traducción de Héctor Rigaldo
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